En la actualidad, las organizaciones buscan métodos para maximizar la productividad y garantizar un ambiente seguro y saludable para sus colaboradores. Los exámenes preocupacionales y ocupacionales son herramientas relevantes en este sentido, cada uno con propósitos y momentos específicos de implementación que resultan fundamentales para el bienestar de los trabajadores y la eficacia empresarial. A continuación, te explicamos sus diferencias y por qué algunas empresas los exigen.
Los exámenes preocupacionales son evaluaciones médicas realizadas antes de la contratación de un colaborador.
Su objetivo principal es determinar si la persona está física y mentalmente capacitada para desempeñar las tareas requeridas por el puesto de trabajo.
Por otro lado, los exámenes ocupacionales se realizan durante el curso del empleo para monitorear la salud de los empleados en relación con los riesgos laborales específicos a los que pueden estar expuestos en su trabajo.
La distinción principal radica en su enfoque: los exámenes preocupacionales se centran en la aptitud del candidato antes de la contratación, mientras que los ocupacionales buscan preservar y mejorar la salud de los empleados ya contratados, identificando cualquier deterioro relacionado con el trabajo.
Esta diferenciación es crucial para entender su relevancia dentro de las organizaciones.
Los exámenes ocupacionales son igualmente importantes, ya que facilitan la detección temprana de condiciones que podrían ser agravadas por el entorno laboral.
Esto contribuye no solo a un ambiente de trabajo más seguro, sino también a la implementación de estrategias de intervención y adaptaciones en el puesto de trabajo si fuese necesario.
Estos exámenes pueden incluir evaluaciones periódicas, dependiendo de los riesgos ocupacionales a los que se exponen los colaboradores.
Ambos tipos de exámenes son exigidos por algunas empresas debido a su potencial para mejorar la productividad y el bienestar laboral.
Al garantizar que los colaboradores estén aptos para su trabajo y que se mantengan saludables, las empresas pueden reducir considerablemente las bajas laborales y mejorar la eficiencia operacional.
Según un estudio de la revista "Occupational and Environmental Medicine", los programas de bienestar laboral que incluyen la monitorización regular de la salud de los empleados pueden contribuir significativamente a aumentar la satisfacción laboral y mejorar la calidad de vida en el trabajo.
En otras palabras, los beneficios a largo plazo de invertir en la salud ocupacional de los trabajadores son indiscutibles, contribuyendo a una cultura corporativa positiva y a la sostenibilidad del negocio.